martes, 21 de junio de 2016

¿carta de despedida?

Hola, no se como decirte esto así que lo intentaré como me salga:

Acabas de decir las únicas palabras que me duelen, que por experiencias pasadas, me hacen daño. Me prometí a mi mismo que no las volvería a leer, a escuchar, a recibir. Que si alguien me las decía le dejaría de hablar de inmediato pues en serio, me hieren. 

Tu vales mucho, te quiero, debo confesar que sin razón alguna me estaba o estoy, enamorando de ti, si, con todo y tus "problemas y rarezas" estaría dispuesto a esperar, te lo dije, a aprender a tratarte, a respetar tus espacios como el de no hablarnos en el lugar donde compartimos mas tiempo juntos. Siento que estoy dispuesto a sacrificar o aceptar muchas cosas por ti y tu ni siquiera las valoras o lo consideras y ahora me dices justo eso, que me quieres pero como un amigo. ¿Sabes lo duro que es eso? Es como un portazo rompe tabiques. En mi caso es como si me dijeran mongólico, inútil bueno para nada, vago o algo así. Y ahora estoy contra la pared nuevamente por esas palabras y justo de alguien a quien no quiero alejar, justo con la persona que por primera vez en 4 años le permití acercarse un poco por que valía la pena.

¿Que hacer? no lo se pero ya nada volverá a ser igual. 
 
 

lunes, 20 de junio de 2016

Tal vez, no te quiero tanto

Te quiero, pero no te soporto...
Ni a ti, ni a tus inseguridades, no soporto tenerte lejos, pero creo que soportaría menos el tenerte cerca, porque vuelves a mi vida cada vez que quieres y la acomodas a tu gusto, sin importarte cuánto me he tardado intentando acomodarla, sin importarte cuanto me costo adaptarme a vivir sin ti, sin tu cariño, sin tu compañía, pero también, sin tus dudas constantes y con ellas, las mías...
Te quiero, pero no te soporto, ni soporto las inseguridades que generas en mí, o el hecho de no saber sí me quieres, sí me querías o sí alguna vez lo harás, y tampoco soporto el pensar que no lo haces, no lo hacías y no lo harás; no soporto que hicieras parte de mi pasado pero no de mi presente, y lo peor de todo, no soporto no poder imaginarte en mi futuro
Te quiero, pero no te soporto, así que, tal vez,  no te quiero tanto.

sábado, 18 de junio de 2016

Tristeza

Da tristeza cuando la gente solo se fija en lo poco malo sin importarle todo lo bueno que pudo haber percibido de una persona, una empresa, un país, un ente.

La gente solo se queja, solo opina cuando algo le desagrada. Han recibido muchas veces diferentes servicios, diferentes ayudas y nunca se han quejado o han opinado para bien hasta que por alguna razón algo les molesta y ahí si, se quejan, dañando por una sola vez la imagen que puede tener una persona, un establecimiento, una entidad, un producto o un servicio frente a otras personas, clientes, entidades y demás.

¿a que se debe esto? no lo se, quizá nunca sepa la respuesta por que soy de esas personas que siempre dice lo que piensa y opina  de las cosas que conoce o usa. Por esta razón me molesta, me da tristeza cuando la gente da opiniones en estos casos, sobre todo con cosas que me conciernen, que me afectan directamente. Personas a las que les hemos servido satisfactoriamente varias veces sin ningún inconveniente en vez de expresar personalmente algun desacuerdo, algun inconveniente lo hacen publico afectandote ante los demas.

Esto, definitivamente me da tristeza....

miércoles, 15 de junio de 2016

Soledad Acompañada.

 Soledad Acompañada.

Querer cambiar mi forma de admirar esta soledad tan raquítica e infinita, es imaginarse un mundo irreal y utópico.

es combinar llanto con amargura, es escudriñar lo mas misterioso, inimaginable y oscuro de mi memoria.
es soñar sin dormir y dormir sin soñar, es crear un mundo donde la realidad juega a las escondidillas y sin remedio nos sonsaca de nuestros cabales, convirtiendo cada suspiro de vida en despertares tortuosos sangrantes y efervescentes.
y es ahí cuando abrimos los ojos y nos enfrentamos a un mundo donde las mascaras son el pan de cada día, aun mundo donde las apariencias sustituyen la hermosa idea de ser diferentes. a un mundo que no le importa ser esclavizado a la compañía falsaria de la hipocresía de los idiotas crédulos, que viven en un constante e inmutable deseo de frenesí.

ahí comprendo , reflexiono y medito que todo lo vivido es solo un sueño en un sueño, que se hunde en la infinitud del universo.
Quizá la credulidad de aquellos ignorantes sentimientos envueltos en falsas promesas desgarran y manipulan el alma de aquellos que buscan la felicidad en un mundo lleno de resentimiento y dolor.

Dejando aun lado su soledad para vivir a sobremanera una desgarrarte y penetrante soledad acompañada. 




Carolina Sarasty Crespo.(Candisa)

Tal vez...

Tal vez yo soy el problema...

Al no encajar en una sociedad con estándares definidos como "correctos" o "normales", que nos exige estar en un molde específico y a creer que somos 'diferentes' o hasta "anormales" por no querer o simplemente no poder acoplarse, como si ser diferente fuera malo, como si no pudieras ser tú mismo, querer lo que quieres y hacer lo que haces, porque vas en contra de lo común, porque estas equivocado y en realidad "no sabes lo que quieres", me pregunto, ¿cómo saben ellos que quieres tu? si 'no lo sabes tú' ¿cómo lo va a saber alguien más por ti?

Tal vez yo soy el problema, al no creer en cuentos de hadas o en finales felices, al querer ser una princesa sin tener que ser considerada débil o incapaz de cuidar de sí misma y que por ende debe ser 'rescatada' por su príncipe azul, al no convencerme de que es el "hombre ideal" para cualquier princesa, o simplemente, al enamorarme del dragón en su lugar.

Tal vez yo soy el problema al estar en contra de lo estándar, por no querer ajustarme o comprometerme con una etiqueta sólo para que alguien más puede definir quién soy; tal vez yo soy el problema, porque sé quién soy y quién quiero ser, por saber lo que me gusta y disgusta, por saber lo que me hace feliz y hacerlo; tal vez yo soy el problema, al darle tanta importancia a todo y a todos, aun, cuando muchas veces, no la merezcan o por dejarme afectar por pequeños detalles que para otros no tienen importancia, tal vez yo soy el problema, por no poder guardarme lo que siento y ser un libro abierto, por tener que ser sincera todo el tiempo y atreverme a decir lo que pienso sin importar las consecuencias que deba asumir; tal vez yo soy el problema al no poder fingir ser alguien que no soy.

Tal vez, sólo tal vez, yo soy el problema, al ser diferente, fuera de lo común, rara...

Tal vez yo soy el problema, por ser como soy, porque estoy feliz de serlo y porque no quiero disculparme por eso.

sábado, 11 de junio de 2016

Recordando mi primera vez en un motel

Aun recuerdo como si fuera ayer la primera vez que estuve en un motel. Debo decir que no fue una experiencia para nada agradable. Imagínense un chico de 12 años (era el año 2001) parado en aquella recepción, sin saber exactamente que hacer o que decir, sintiendo un olor a extremadamente limpio, ese olor a ambientador barato. El lugar es el tipico sitio que uno hoy diría que es de quinta; para ser irónico, esta ubicado sobre la carrera quinta cerca a mi casa. Me daba pena que me pudieran ver, mi acompañante estaba de lo mas relajado incluso conversaba con uno de los encargados mientras yo miraba por encima de mi hombro como si hubiera posibilidad de que me pillaran. 

El lugar aun existe, es un edificio de 5 pisos, se llama el punto clave. En el primer piso siempre ha funcionado un local que alquilan para billares, sapos y bares. En el segundo siempre ha habido un mezzanine donde al momento en que yo estuve en aquel lugar funcionaba un bar llamado el Punto Clave, del cuarto piso en adelante funcionaba y aun funciona el motel El Punto Clave. El bar funcionaba de ancla y disimule para quienes iban para el motel, además, era un lugar donde mujeres de la vida fácil que aprovechaban la "privacidad" del sitio para conseguir clientes. Recuerdo el bar aun cerrado, le hacían aseo pues eran las 2 de la tarde pero aun así, el motel que debe funcionar 24 horas, tenia clientes que entraban y salían, era más intrigante y curiosa la forma en que actuaban las personas que salían que la de las personas que ingresaban. A esa hora solo bajaban parejas que quizá había entrado doce horas antes, que se yo; ahora me doy cuenta que muchas de esas parejas no parecían tal cosa, se notaba que muchos ni se conocían a fondo, si de forma de ser y de personalidades hablamos. 

Así estuve como por unos 5 eternos minutos cuando me tocó entrar al motel, subí las gradas, seguía sintiendo ese olor ácido recalcitrante del ambientador barato, eran unas 20 escaleras aunque para mi se me hicieron más. A mitad de camino voltee a mirar a mi espalda y vi que una señora desde abajo estaba de pie mirándome subir las gradas y mi pena estalló. Mi  acompañante me guió hasta donde debía revisar primero el  computador de la recepción del hotel. No recuerdo exactamente que tenia ni que le hice pero unos 20 minutos después mi papa y yo estábamos ahora en el bar del  segundo  piso revisando el computador principal de el establecimiento  y acomodando el sistema de luces. Eran unas tres horas después de  haber llegado y aunque estaba concentrado en lo que hacia, aun me sentía incomodo y apenado de estar en este lugar. 

Al salir, nos topamos en la entrada con mi mamá que iba a buscarnos pues en casa nos necesitaban, habían varios vecinos del barrio que cuando me vieron bajar de primero se quedaron mirando. No se que pensaron, la verdad hoy no me importa, en aquel momento  no podía mirarlos a la cara y sali caminando de regreso a mi casa, sin detenerme.  Duré unos 3 años sinvolver a un sitio de esos, después regresé a otro que queda a la vuelta de la esquina de mi casa y también fue para trabajarle a un computador.