martes, 26 de julio de 2016

Recuerdo de Julian

Ahora mismo estoy terminando de leer La Casa de los Espíritus, un libro de Isabel Allende del que no esperaba nada y que me sorprende en cada página, cada capítulo.
Una de las protagonistas de esa historia es Clara Del Valle o Clara Trueba, una chica con dones paranormales que sufre de ataques de asma. Ésta enfermedad es justo la que acaba de traer a mi memoria a Julian, no recuerdo su apellido ni su segundo nombre pero a cambio recuerdo que era un chico que cuando le conocí tenía mi edad, unos 15 años más o menos; Julian era hincha de Argentina en el fútbol, no tenía padres o al menos eso decía, era un chico de la calle, sin hogar, sin estudio pero como diría mi papá, muy avispao. Julian llegó a mi vida y a la de mi familia de forma inesperada. Un día pasó pidiendo dinero para un inhalador, estaba sufriendo un ataque de asma y mi mamá lo llevó al médico. Después de tanto hablar ese día con el y con nuestra familia, mi mamá decidió adoptarlo en el ceno de nuestra casa. Julian comenzó a dormir en el cuarto de huéspedes, el mismo que hoy es mi estudio, con el compartíamos nuestra comida, le comenzaron a dar educación, todo lo que un niño de 15 años humildemente requería, todo sin contar sus tratamientos de salud para el asma.
Recuerdo que una noche a eso de la una de la mañana llegó a la habitación de mis padres y lo único que pudimos escuchar fue un "doña Milena" y cayó al suelo. Estaba teniendo un ataque y llevaba ya un tiempo sin poder respirar bien. Mi mamá lo llevó a urgencias donde llegó según me contaron en su momento, un poco morado por la falta de aire pero afortunadamente, pudieron prestarle auxilio y en la mañana regresó a casa. Julian estudiaba en la escuela del Barrio,  como era de esperar, su nivel era muy bajo para su edad, mamá lo ayudaba a que intentara nivelar y se notaba que era bueno. Recuerdo que yo era algo distante con el mas no recuerdo la razón, nunca llegue a odiarle o despreciarle pero en ese momento tampoco entendía, como si lo hago ahora, las buenas intenciones de mi madre. Así pasó un tiempo, ahora que lo pienso, no puedo determinar cuánto exactamente, sólo se que una tarde mientras yo dormí Julian se fue de casa sin avisar, llevándose consigo la ropa que tenía, dejando las cosas del estudio que seguramente le impedían guardar en la maleta que tomó de mi armario la alcancía de Porky (el de los looneytones), que yo llevaba más de tres años llenando de billetes verdes de $5000 pesos y monedas de $500 con el árbol de Guacarí en su cara. Tiempo después supimos que terminó en un hogar de paso de Bienestar que irónicamente quedaba en la misma calle donde ahora mismo escribo esto, misma donde he vivido toda mi vida, misma donde una vez lo vimos salir en los niños buscan su hogar.
Hoy recuerdo a Julian, que se llevó mis ganas y mi hábito de ahorrar y que sólo hace un par de años recuperé. Supimos que lo trasladaron después a otro hogar después de que se fugara dos veces del primero. Nunca más volvimos a saber de él.

jueves, 21 de julio de 2016

Extraño saber de ti.

Extraño saber de ti,
Aunque se que estás bien y te pasa nada,
Que muy seguramente tú habitación te resguarda,
Se que estás ahí,
Pero extraño nuestras charlas.

Se que te molesta aveces que este pendiente,
Y que te desconectas del mundo,
Que tu música y tus lecturas te envuelven,
Aun así quiero saber de ti y te extraño como a ninguno.

Querida amiga, eres tan especial
Que te ausencia se siente,
No saber de ti es una forma glacial
Pues no te imaginas cuanto me entristece,
Saber que quizá yo este aquí pendiente
Y tú estés allá sin que mi ausencia se presente.

miércoles, 13 de julio de 2016

Nuestro Karma



Muchos creen en Dios, otros en el destino, otros quizá en el karma y demás, sin embargo todos estos nos enseñan a que los actos tienen consecuencias independientemente si este acto es moralmente bueno o malo. Cuando hablamos de moral es un término fácil de definir sin embargo es difícil de practicar ya que lo que para unos es moral tal vez para otros no lo es, porque somos seres con diferentes creencias y percepciones, justificamos cada acto para que estos sean “moralmente” aceptados, pero nos engañamos al decir moralmente, lo que buscamos es una aceptación social.

Cuando realizamos algún acto que para nosotros no está bien inmediatamente pensamos que más adelante se nos va a devolver o el karma que sufriremos, pero irónico no, nos auto juzgamos y atraemos esas situaciones, y si sabemos que aquello que hacemos nos va a afectar más adelante porque lo hacemos, ¿Será masoquismo? O será que nos es poco indiferente la consecuencia o consecuencias que sufriremos por un instante de satisfacción, deseo o felicidad.  

En ocasiones nos limitamos a realizar diferentes cosas o permitir otras que sabemos que nos van a satisfacer de alguna forma un instante, pero qué más da, la vida y la felicidad es un periodo corto de tiempo y si te hace feliz porqué cohibirse de amar, de ayudar, de crecer y sentirse libre, porque muchos señalan y dicen que la alegría y felicidad dura solo un tiempo, pero ¿Qué es la felicidad?, es ese tiempo que pierdes pensando en si te arrepentirás.

Todo tiene consecuencias pero que mejor que aceptar las consecuencias de algo que te hizo sentir bien un periodo de tiempo.

lunes, 11 de julio de 2016

Pensar en ella.

Pensar en ella, pensar que no me piensa, estar seguro de ello. Pensar en ella, mi nueva forma de pagar el karma. Pensar en ella en silencio, con la ilusión de que lo sepa y piense en mi. Pensar en ella mientras ella piensa en otras personas menos en mi.


sábado, 9 de julio de 2016

Soñé contigo

Soñé que tenía uno de los peores días de mi vida, tan malo, que quise atravesar mi cráneo con una bala, pero nada se compara con ver tu "actitud indiferente", tu forma de tratarme, tu cara de odio o el desprecio que tenías hacía mi en ese momento, porque juro que morí en ese instante, sin balas, sin sangre, sin morir realmente... y allí seguía, muerta en vida viendo como te alejabas por última vez, sin saber que hacer más que pensar rogarte que te quedes, pero no pude, porque por más que te quiera en mi vida no puedo obligarte a quedarte, al menos, no después de ver en tus ojos que no me querías; no después de verte ir sin remordimiento de dejarme destrozada una vez más; no después de ese adiós impronunciable.

Y lo peor de todo es que no se que prefiero, si verte solo cuando te plazca, invadiendo mis sueños volviendolos pesadillas, o despertar y no verte.

Mi subconsciente me traiciona, porque en el fondo se que todavía estás ahí, escondida en un rincón de mi mente, jugando con mis pensamientos, dejándome sin escapatoria, pero ya es hora de que me liberes de ti, de quererte, de extrañarte, de pensarte, porque necesito seguir con mi vida y admitir que tu sigues con la tuya; ya es hora de aceptar que algunas separaciones son necesarias, innevitables y permanentes; sin adiós ni despedida, solo un vacío que algunos no terminamos de llenar nunca.

jueves, 7 de julio de 2016

Querida soledad

Que sean las tres de la mañana y entender que has llegado sólo y que debes seguir sólo es perjudicial para la salud pero bueno para la razón.



Estas no son la horas en la que debería andar pensando en que quizá mi camino es andar en solitario si es que se juzga por las evidencias. Hasta en la cosas más simples y en las que no tengo control puedo encontrar estas señales. Quienes me gustan siempre prefieren a otros u otras, lo que me gusta esta fuera de mi alcance y quienes se acercan a mi y les hago íntimos por fuerza mayor se deben retirar o son tan jodidamente e extraños que sus rarezas les hace difíciles de alcanzar o de estar a su lado.

La verdad es que aveces cansa pero al menos se vive tranquilo, a tu lado soy feliz aunque aveces me quejé. He llegado a pensar que eres muy celosa y te encargas de ahuyentar a todos quienes se me acercan más de la cuenta. Hoy me estoy quejando dando por hecho que mñn todo seguirá igual.

¿Que hacer? Ni idea, son las 3:11 de la mañana y quiero dormir pero tu no me dejas. Querida soledad.