jueves, 14 de agosto de 2025

Accounting and Artificial Intelligence: History, Challenges, and the Road Ahead

As an academic and researcher, I have witnessed how accounting has been part of human history since the earliest civilizations, constantly adapting to social, economic, and technological change. Yet today, the arrival of artificial intelligence (AI) and digital transformation is accelerating a shift unlike anything we have seen before, redefining the accountant’s role and raising critical challenges for education.

In my article "The evolution of accounting practice in the age of artificial intelligence: challenges and opportunities for higher education in public accounting", published in Cuadernos de Administración, Universidad del Valle and available via its official DOI, I bring together history, technology, and educational reform to explore this transformation.

I trace accounting’s roots from Mesopotamia and Egypt, through milestones like the Ottoman Empire’s Merdiban method and Luca Pacioli’s double-entry bookkeeping, to the technological revolution of Industry 4.0. This historical perspective reveals that the link between accounting and technology is nothing new—but today its speed and impact are unprecedented.

I show how AI and automation have freed accountants from repetitive tasks, enabling them to take on strategic roles: data analysis, decision-making support, risk management, sustainability reporting, and systems auditing. Far from being a threat, this shift is an opportunity to reposition our profession at the heart of value creation within organizations.

 

 

However, I also warn about accounting myopia. Many higher education institutions in Latin America still train accountants under a traditional technical model, leaving them unprepared for a digital and globalized business world. This creates a gap between what is taught and what the job market demands.

My proposal is to modernize curricula by incorporating technological skills (AI, big data, blockchain), critical thinking, language proficiency, and knowledge in business management and marketing. This way, accountants can become the bridge between technology and corporate goals.

I also stress the importance of lifelong learning and collaboration with technology professionals to innovate, strengthen information security, and anticipate risks. In today’s fast-changing business environment, the true value of an accountant lies in interpreting data, making decisions, and leading strategically.

I invite you to read the full article, where I develop these ideas and present concrete actions for the profession’s future. You can find it in Cuadernos de Administración or via its official DOI.

 

La evolución de la práctica contable en la era de la inteligencia artificial: mi mirada a los desafíos y oportunidades para la educación contable

Desde que inicié mi labor académica, he visto cómo la contabilidad ha acompañado a la humanidad desde sus primeras civilizaciones, adaptándose a los cambios sociales, económicos y tecnológicos de cada época. Sin embargo, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) y la transformación digital han acelerado un cambio sin precedentes, que hoy redefine el papel del contador y plantea nuevos retos para su formación.

En mi artículo "La evolución de la práctica contable en la era de la inteligencia artificial: desafíos y oportunidades para la educación superior en contaduría pública", publicado en la revista Cuadernos de Administración de la Universidad del Valle y disponible en su DOI oficial, propongo una reflexión que une historia, tecnología y educación.

Recorro el origen de la contabilidad desde Mesopotamia y Egipto, paso por el método Merdiban del Imperio Otomano y la partida doble de Luca Pacioli, hasta llegar a la revolución tecnológica de la Industria 4.0. Esta perspectiva histórica permite entender que la relación entre contabilidad y tecnología no es nueva, pero hoy tiene una intensidad y alcance sin precedentes.

 

Analizo cómo la IA y la automatización han liberado al contador de tareas repetitivas, dándole espacio para asumir funciones estratégicas: análisis de datos, asesoría para la toma de decisiones, gestión de riesgos, sostenibilidad y auditoría de sistemas. Este cambio, lejos de ser una amenaza, es una oportunidad para reposicionar nuestra profesión como un eje clave de la creación de valor en las organizaciones.

Pero también advierto sobre un riesgo: la miopía contable. Muchas facultades en Hispanoamérica continúan formando contadores bajo un enfoque técnico tradicional, sin prepararlos para un mundo digital y globalizado. Esto genera una brecha entre lo que enseñamos y lo que el mercado realmente necesita.

En el artículo propongo actualizar los planes de estudio con competencias tecnológicas (IA, big data, blockchain), pensamiento crítico, idiomas y nociones de gestión empresarial y marketing. Solo así lograremos que el contador sea un puente entre la tecnología y los objetivos corporativos.

También insisto en la importancia de la formación continua y la colaboración con profesionales de la tecnología, para innovar, fortalecer la seguridad de la información y anticipar riesgos. En un entorno empresarial que cambia cada día, el verdadero valor del contador está en interpretar, decidir y liderar estratégicamente.

Te invito a leer el artículo completo, donde desarrollo en detalle estas ideas y propongo acciones concretas para el futuro de nuestra profesión. Está disponible en Cuadernos de Administración y en su DOI oficial.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Les quiero mucho, pendejes

Hace tiempo descubrí que, aunque disfruto estar solo y aprecio mi espacio, también valoro profundamente construir amistades sólidas. Mis amigos son pocos, pero importantes. Curiosamente, con las mujeres suelo tener una conexión especial: me confían sus cosas, a veces incluso más que los hombres. Sin embargo, ellos también me consideran alguien de confianza, y eso me alegra, porque para mí mis amigos son como una familia.
A los pocos —y pocas— que están, les tengo un cariño enorme. Esta semana escribí a varias amigas para decirles que las quería. Algunas se sorprendieron, otras lo recibieron con naturalidad. A los hombres no les dije nada; al final, seguimos siendo hombres y nos comunicamos distinto.

Lamento haberme alejado de algunos. Eso no volverá a pasar. No pienso permitirlo. Les quiero mucho, pendejes.