Para malpensados
Amo la forma en que te haces mía.
Cuando te enredas en mi cuerpo, Cuando me asfixias, Cuando en el éxtasis
profundo de ensueño, descanso en tu regazo. No necesitas palabras, seducciones
ni juegos amorosos, Estas todas las noches conmigo y eso basta. Me gusta cuando
te alejo y no dices nada, cuando te aparto de mi camino y no hay drama, cuando
no tengo tiempo, cuando estoy cansada, cuando no te quiero sobre mí y lo
entiendes. Pero, he de ser sincera y me encanta el momento en que me abrigas,
en el que siento el calor de mi cuerpo reflejado en tuyo, te cuelas en él,
escurridiza, en el que siento como a través de ti, me encuentro a mi misma Y
nos fundimos en un solo ser. Tu tacto suave en un arrullo de estrellas. Me
encantaría llevarte a todas partes, pero estas pesada. Y no es tu culpa, amante
mía, sentirte de ese modo. yo misma he depositado en ti mis lágrimas. Deberías
de dejar de absorberlas, que son mías en todo caso. Es terrible, terrible
cuando por algún motivo no estás conmigo una noche, el calor desaparece y la
ventisca helada es la única que pasa sobre mí, como un huracán llevándome al vacío. Extraño verte ahí,
reposar en la mañana. Sin mi presencia, pero te veo seductora, no quisiera
alejarme, te lo juro que no. De manera irremediable me he enamorado de ti,
hermosa cobija.