Las cosquillas involucran las mismas fibras nerviosas que transmiten las señales del dolor.
Las partes del cuerpo más cosquillosas son puntos vulnerables, como el cuello, el abdomen o las axilas.
Las
risas de alegría, de diversión y de cosquillas activan áreas del
cerebro que controlan las reacciones faciales y vocales, pero sólo las
cosquillas activan el hipotálamo, la región vinculada al dolor.
Es
posible que el cosquilleo sea interpretado por el organismo como una
amenaza y que la risa sea una señal social de sumisión para evitar salir
lastimado o para desactivar una situación alarmante.
No podemos negar que en muchas situaciones puede también ser una terapia relajante, un juego de pareja divertido que dentro de ciertos cánones es practicado por millones de niños y adultos.
tomado de BBC Mundo ENLACE
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