Publicado originalmente por la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia. Puede consultar esa publicación en https://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/turismo-de-masas-intruso-en-la-ley-naranja.html
Por Fernando Hernández Parada
Palmira, 07 de diciembre de 2018
“En Semana Santa, habitantes de Popayán visten con trajes típicos,
cargan monumentos y realizan procesiones. Sin embargo el mayor rédito
económico no es aprovechado por los gestores de cultura que atraen a los
turistas, sino por hoteles y empresas de transporte”, asegura José
Londoño Cardozo, estudiante de Administración de la Universidad Nacional
de Colombia (U.N.) Sede Palmira.
Según su estudio, debido a este tipo de dinámicas se debe precisar
cuáles serían los actores del sector amparados por la Ley Naranja y bajo
qué condiciones. De lo contrario, sostiene, el fomento del turismo como
uno de los sectores que jalone el crecimiento de la economía
colombiana, en el marco de la Ley, se puede traducir en ganancias para
grandes operadores en vez de impulsar expresiones culturales de las
comunidades y grupos de artistas.
Para llegar a esta conclusión, el investigador hizo un análisis
comparativo entre los conceptos precursores de la Ley Naranja y los
planteamientos publicados antes alrededor de las industrias creativas.
Puerta abierta a “micos”
“La Ley Naranja y el libro La economía naranja: Una oportunidad infinita,
del presidente Iván Duque y Felipe Buitrago, abordan la promoción de 16
sectores, 15 de los cuales ya habían sido tratados en la literatura,
principalmente de John Howkins. Así, el aporte que realizaron a la lista
fue el turismo, pero en términos tan amplios que abren la puerta a
“micos”, advierte el profesor Carlos Tello Castrillón, coordinador de la
Maestría en Administración de la U.N. Sede Palmira.
A causa de esto, empresas no ligadas a la producción creativa o a la
preservación del patrimonio cultural podrían recibir beneficios como
exenciones del impuesto a la renta y líneas especiales de crédito,
propuestas este año por el Gobierno nacional para emprendimientos de la
economía naranja, advierte el docente.
“Es necesario hacer el seguimiento de hasta qué punto el turismo de
masas entra dentro de industrias creativas. Si como operador lo único
que estoy haciendo es proveer confort con las instalaciones o
aprovechando, por ejemplo, la belleza de nuestras playas, no se
evidencia un trasegar cultural allí, como lo define la literatura”,
afirma.
Propuestas ya planteadas
En primer lugar, el estudio comprendió la revisión documental e
interpretación hermenéutica de la Ley Naranja y del libro mencionado,
con el objetivo de observar los orígenes de sus planteamientos y sus
conexiones con otros estudios realizados en el campo.
A partir de este ejercicio se llegó a documentos como Creative Industries and Development, de la Unesco, referente para la formulación de políticas públicas de la Unión Europea en torno a las industrias creativas.
“Revisamos alrededor de 35 documentos sobre el tema, la mayoría
publicados antes del libro del presidente Duque; a pesar de que
encontramos una enorme coincidencia, en esta publicación se manejan solo
algunas referencias, mas no citas. En este estudio concluimos que la
mayor parte de los postulados ya habían sido planteados antes y con más
precisión”, señala el investigador Londoño.
Dentro de las coincidencias no citadas se ubicaron las siete
problemáticas de las industrias culturales y la Ley como estrategias
para la promoción de las industrias creativas, que ya habían sido
planteadas por Richard E. Caves.
Para entender a mayor profundidad la dirección en la que se encaminan
los objetivos de la Ley Naranja, los investigadores revisaron material
audiovisual de entrevistas, conferencias, discursos y debates del
presidente Iván Duque, quien la propuso como senador.
“De allí surgen nuestras conclusiones sobre los riesgos de incluir el
turismo de masas como un sector cobijado por la Ley Naranja. La
sociedad y las organizaciones culturales deben hacer seguimiento al
proceso de reglamentación de esta iniciativa, para que le dé prioridad a
los grupos que desempeñan la producción creativa y la expresión de
prácticas culturales autóctonas”, concluye el docente.
La investigación, presentada en el Encuentro Internacional de
Investigadores en Administración, fue adelantada desde el Grupo de
Estudios Neoinstitucionales, en cabeza de los estudiantes de pregrado
Isabella Hernández y José Londoño Cardozo, además de la magíster en
Administración Linda Paola Ospina, con el liderazgo del profesor Tello
Castrillón.
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