Hablo en términos de una relación sentimental. Hay muchos aspectos pero es complejo. Para mí, fluir es estar para el otro, amarlo, quererlo, respetarle, darlo todo.
Sin embargo, también es entender los espacios, los momentos, las situaciones. Fluir no es solo desahogarse con el otro o estar. Eso a veces nos carga.
Aquí radica la importancia de tener personas o hábitos de desconexión que permitan cambiar o hablar de lo que te pasa. A mi por ejemplo, me sirve escribir o ponerme a jugar en el teléfono.
A otras personas les funciona el gym o hablar con otras personas. El punto está en encontrar la forma de deshacerte de esos malos ratos anímicos y mentales de la mejor forma y, en la mayoría de los casos, sin ayuda de otra persona.
Nuestra tranquilidad, felicidad o fluidez no debe depender únicamente de terceros o segundos. Si, es importante hablar con otros. Si, no hay nada como hablar con tu mejor amigo o tu pareja en esos momentos. Pero si no somos capaces de encontrarnos a nosotros mismo en soledad, no podremos encontrarnos en otros.
Estás situaciones generalmente terminan en un desgaste de las partes y termina afectando las relaciones sentimentales. Hay que fluir y dejar fluir. Y si te acercas a tu ser querido, saber que también puede tener sus propias cosas que lo fluyen y está luchando, cómo tú, para que fluyan.
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