El día que dejó su facebook abierto.
El día que dejó su facebook abierto, no pude evitar con curiosidad mirar entre sus tantas conversaciones. Veníamos de besos, abrazos, caricias y yo viajaba hacia atrás -asqueado de sus cosas y sus palabras- cada vez que el cursor revelaba un “te llevo té” ¿te llevo té?. ¿le llevás té? ¡andá! ¡andá y pregúntame con coraje si hablo de vos!. Me quité la camisa, guardé algunos motivos para volver a hablarte en mi mochila, le hablé a unas tantas. Pacte citas, necesitaba sentir que intento borrar. Al final tenés razón, lo tuyo es el turismo emocional, andar de un corazón a otro derritiendo con letras, llevar tés, señorita del servicio.
Tenés razón porque eso es lo que querés, al final no soy diferente de esos idiotas que te han tocado con intención de hacerte daño, de prepararte. Y fui tan idiota de llevarte conmigo, de dejar que vinieras, que vinieras a mi cuerpo, que lo disfrutaras, de besarte con la pasión que a otros les falta.
Tenía razón, debí de haberlas borrado. Todas y cada una de las fotos. Era un acto de venganza, exclusivo para el momento en que querás mirar tu teléfono y ahí esté yo. Y tengás que pensar si borrarlas o no. Y borrarlas con certeza o guardarlas esperándola. Un idiota muy dulce. Un idiota que te compartirá estas letras y que no va a responder ninguna pregunta.
Y él –mi amigo, al que le he contado todo-también tenía razón, esto es patético
Quizás yo soy patético, quizás siempre lo he sido. Quizás sólo quise arrastrarte a las puertas de mi mundo y tirarte lejos de aquí.
Quizás esa fue la única manera que te quise, en la que te quiero, en la que voy a quererte.
Debiste anticiparlo neni, mis miradas despectivas están llenas de dulzura, de cariño, de una apariencia de quietud.
Y lo mejor que puedes hacer vos, es guardar silencio.
Como es lógico, estoy lleno de resentimiento, soy un resentido y esto no hace sino alargar la lista de cosas que me hacen un hijo de puta.
Game over.
Game Again?
Quizás yo soy patético, quizás siempre lo he sido. Quizás sólo quise arrastrarte a las puertas de mi mundo y tirarte lejos de aquí.
Quizás esa fue la única manera que te quise, en la que te quiero, en la que voy a quererte.
Debiste anticiparlo neni, mis miradas despectivas están llenas de dulzura, de cariño, de una apariencia de quietud.
Y lo mejor que puedes hacer vos, es guardar silencio.
Como es lógico, estoy lleno de resentimiento, soy un resentido y esto no hace sino alargar la lista de cosas que me hacen un hijo de puta.
Game over.
Game Again?
¡Qué talento para herir Dahiana! ¡Qué talento!
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