He descubierto nuevos placeres que le dan a mi día a día cierta alegría y me ayudan a liberar o sobre llevar las cargas que se presentan. He descubierto que de donde menos lo esperaba apareció alguien con quien deseo pasar el mayor número de minutos, horas al día, he descubierto que extraño abrazarla, que extraño sus suaves manos, su sonrisa y quien iba a pensarlo, extraño su voz.
Amo y disfruto caminar de su mano, o servirle de soporte cuando vamos en gancho, me fascina cuando toma mis piernas de almohada y puedo besarle la frente; su sonrisa me derrite, me apasiona. Nada se compara con sus abrazos.
He descubierto que me hace falta apenas me despido, he descubierto que ahora mismo, extraño su sonrisa, su calidez y sus encantos.
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