Mi querido río Cauca, cada día cuando te cruzo no puedo evitar mirarte, cada día observó tus aguas con tristeza y añoro haber nacido en tus épocas doradas para verte fuerte, limpio y navegable.
Querido río Cauca quisiera pedirte excusas por el daño que los de mi especie te hacemos cada día; admiro tu grandeza al resistir estoicamente cada embate que te damos sin quejarte, en silencio, simplemente siguiendo tu camino.
Querido río Cauca, soy consciente que cuando tu paciencia se agote nos cobrarás caro todo el daño que te hacemos y para ser sincero, espero que lo hagas con creces para que nos des una lección, para que que aprendamos que debemos respetarte y cuidarte.
Querido Río Cauca se que al menos de mi parte intento causarte el menor daño posible pero sufro al ser realista y saber que no hago suficiente. Gracias por tus sedimentos que antaño abonaron mi Valle, pero sobre todo, gracias por tus aguas que mojan los cultivos y calman mi sed cada día.
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